
Aquello fue demasiado para mí. Había llorado hasta quedarme dormida por culpa de aquel muchacho. Su severo rechazo había abierto en lo que quedaba de mi pecho. Había dejado a su paso una nueva pesadilla, como una infección en una llaga supurante, el insulto después de la herida. Y ahora estaba en mi habitación con su sonrisa de autocomplacencia como si nada hubiera pasado. Y peor aún, aunque su llegada había sido aparatosa y torpe, me había recordado las noches en que Edward solía entrar a hurtadillas por la ventana. El recuerdo hurgó ferozmente en las heridas abiertas.
Todo esto, unido al hecho de que estaba hecha polvo, no me ponía de muy buen humor.
El Intruso - Luna Nueva
Te digo algo? Creo qe el sábado no me va a alcanzar para contarte todo! :P
ResponderEliminar